¿Como curarse de un cáncer? por Vicent Guillem,

 Vicent Guillem 3

El cáncer es quizá la enfermedad más temida que existe por diferentes motivos.  Es una enfermedad muy grave y frecuente, que en muchos casos puede causar la muerte.  Se calcula que anualmente en España  1 de cada 4 personas que muere  en un hospital en España lo hace de cáncer. La tasa de mortalidad anual ronda los 150 hombres por cada 100.000, y de 90 mujeres por cada 100.000

[1]. Excepto algunos casos puntuales,  hasta ahora no se ha encontrado un tratamiento curativo eficaz.  Muere prácticamente el mismo numero de personas que hace 30 años [1]. Además, la toxicidad de las terapias convencionales contra el cáncer  (fundamentalmente quimioterapia y radioterapia) es tan grande, que existe la percepción general de que el tratamiento  va a generar más sufrimiento  y daño físico que la propia enfermedad. Además,  no parecen existir métodos de prevención de la enfermedad muy efectivos. Las dietas saludables, la  vida sana, el hacer deporte, no parecen ser una garantía de no desarrollar la enfermedad

¿Qué es el cáncer?

La teoría que desde los años 80 del siglo XX los científicos han aceptado como válida dice que el cáncer es una enfermedad caracterizada por un crecimiento descontrolado de células, que está provocado por la existencia de alteraciones genéticas en dichas células, que pueden ser adquiridas o heredadas. Desde esa perspectiva, la célula tumoral o cancerosa, a consecuencia de las alteraciones en sus propios genes, y en su afán por proliferar, deja de funcionar en equilibrio con el resto del organismo,  causándole un daño que puede ser mortal. Por ello, la mayoría de terapias, tanto las de la medicina convencional como muchas terapias alternativas, consideran a las células tumorales como el enemigo que hay que destruir a toda costa, incluso aceptando grandes daños colaterales, es decir, que también se generen daños en las células sanas. Es por eso que la mejora de los tratamientos contra el cáncer se ha centrado en la búsqueda de una mayor especificad, e

s decir,  en conseguir la muerte de las células cancerosas sin dañar a las células sanas.

¿Por qué una célula se vuelve cancerosa?

Según la medicina convencional, una célula normal se vuelve ón a agentes que provocan daños en el ADN , como la radiación ionizante (radiactividad), la exposición a determinados agentes químicos, como el  benceno o el amianto, o aquellos presentes en el humo del tabaco o en la contaminación ambiental, o las  substancias carcinogénicas presentes  en algunos alimentos,  además de algunos factores genéticos heredables, son factores de riesgo de desarrollar cáncer. Permanece también sobre sospecha la posible influencia que puedan tener los campos electromagnéticos generados por las líneas de alta tensión,  las radiaciones electromagnéticas generadas por las antenas de telefonía móvil y otros aparatos electrónicos. Admitiendo que haya algunos casos donde existe una relación causa-efecto demostrada, como la relación existente entre el consumo de tabaco y una mayor incidencia de cáncer de pulmón, o la influencia de la radiación nuclear en muchos casos leucemias y cáncer de tiroides en  población expuesta a altas dosis de radiactividad, la mayoría de canceres son difícilmente explicables exclusivamente como una mera exposición a agentes carcinogénicos. Existen muchas personas con hábitos de vida muy saludables, deportistas y con dietas muy sanas, que jamás estuvieron expuestas a factores de riesgo ambiental o genético, que también desarrollan esta enfermedad.

La conexión nerviosa del cáncer.

Algunos trabajos recientes  han demostrado que las células tumorales no crecen por propia iniciativa, sino porque reciben señales de otras células (aparentemente normales) que les estimulan su crecimiento. Los trabajos del grupo del profesor  Frank Entschladen, del Instituto de Inmunología de Witten (Alemania) han puesto de manifiesto que el crecimiento de las células tumorales está estimulado por el sistema nervioso, y que son las neuronas  las que le transmiten la señal  a las células tumorales  para que proliferen [2].

Según estos hallazgos,  todo ese crecimiento celular podría no ser un crecimiento en contra del organismo, sino propiciado por el propio organismo y controlado desde el cerebro. Por eso no serviría  de nada eliminar las células tumorales si la señal de crecimiento sigue activa, porque las células de las inmediaciones substituirán a las eliminadas. Esto explicaría las continuas e impredecibles recaídas en la enfermedad de muchos enfermos de cáncer que se producen después de los tratamientos antitumorales. Las células vuelven a crecer porque la señal de crecimiento sigue activa,  aunque  supuestamente todas las  células tumorales habían sido  eliminadas. Si admitimos que las células tumorales no actúan por su cuenta, sino que obedecen órdenes de arriba, y que es el sistema nervioso el que da la señal de crecimiento para que una célula normal se convierta en  una célula tumoral…  ¿Se ha vuelto  el propio organismo contra sí mismo?¿O existe alguna razón que todavía no hemos llegado a vislumbrar?

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Fuente Blog de Vicent Guillem